Mitología Griega
Una de las Furias
Son llamadas Erinias o Euménides por los griegos. Significa “las bondadosas”,” benévolas” o ” bien pensantes”, sobrenombre destinado a adularlas y, por consiguiente, a soslayar su temible cólera en caso de llamarlas con un nombre odioso. Los romanos las llaman Furias.
Son hijas de Gea. Nacieron de las gotas de sangre con las que se impregnó la tierra cuando Urano fue castrado por su hijo Crono. Por lo tanto pertenece a las divinidades más antiguas del panteón helénico. Son fuerzas primitivas que no reconocen la autoridad de los dioses de la generación joven , no tienen más ley que ellas mismas, y a las cuales debe obedecer hasta el propio Zeus.
Generalmente son tres: Alecto (la turbación), Tisífone (la vindicadora o vengadora) y Megera (el odio).
Tisifone era la encargada de castigar a los osaban traspasar los límites de la buena conducta y era conocida como la Furia Vengadora. Megera se encargaba de hacer nacer el odio, la discordia, entre los mortales. Alecto los perseguía sin descanso hasta conseguir que murieran de locura o que fueran incapaces de volver a cometer un crimen semejante.
Habitan en la Tiniebla de los infiernos, el Érebo, que abandonan una vez al mes para subir a la tierra para castigar a los perjuros y a los asesinos, en especial a los culpables de delitos contra familiares y amigos.
Suelen aparecer representadas de dos formas diferentes. O bien son genios alados con serpientes en sus cabelleras y llevando látigos o antorchas, o aparecen vestidas de gris, las carnes negras, ladrando como perros y mugiendo como bueyes. Estas últimas también llevaban serpientes en la cabeza que es el símbolo que generalmente las identifica. Cuando se apoderan de una víctima, la enloquecen y la torturan de mil maneras. A menudo son comparadas con perras que atormentan y persiguen a los humanos.
Aparecen de igual modo como protectoras del orden social ya que castigan todos los delitos susceptibles de turbarlo, castigan el exceso (Hybris) que hace olvidar al hombre su condición de mortal. Prohiben a los profetas y/o adivinos revelar con excesiva precisión el futuro ya que de este modo liberan a los humanos de su incertidumbre y los asemejan en demasía con los dioses.
Detalle del Guernica de P.Picasso.”,1937. La figura se interpreta como la representación de Alecto (una de las tres Furias o Erinias) o alegoría fantasmagórica de la República. Museo Nacional Centro Reina Sofía. Madrid.